“El Acompañamiento Terapéutico surge hace más de 30 años, con la finalidad de abarcar aquellos espacios, que hoy denominamos “lo cotidiano”, en pacientes graves que requerían una atención continua, pero tenían una autonomía suficiente como para permanecer en sus casas”. (1)
“Treinta años después y miles de acompañamientos realizados el acompañamiento terapéutico hoy por hoy tiene su presencia en varias Universidades de Latinoamérica –Argentina, Brasil, México, las más destacadas) y ocupan un lugar como representación social en la comunidad. (2)
Es importante en este momento del artículo el poder resaltar que el Acompañamiento terapéutico y su “desarrollo institucional fundamentado más en su crecimiento práctico que en su desarrollo conceptual nos obliga a diferencias de dos tipos de acompañamiento terapéutico, el acompañamiento terapéutico dispositivo, asimilable por cualquier disciplina de la salud y el acompañamiento terapéutico como disciplina.” (3)
Acompañamiento como disciplina
Es “un servicio de baja exigencia, no directivo desde una perspectiva clínica y socio-comunitaria…promoviendo un vínculo terapéutico basado en la participación y la autonomía…aunque no será extraño en un futuro pensar en acompañamiento que asumieran una línea más psicoeducativa.” (4)
Acompañamiento como dispositivo
“Establece una realidad compleja y móvil, irreductible al marco de una disciplina, y resalta los aspectos de multiplicidad, actualidad, singularidad, continuidad y discreción que caracterizan al acompañamiento terapéutico.
De aquí se desprenden varias conclusiones:
El acompañamiento terapéutico no es algo que se es (acompañamiento terapéutico), sino hace que se hace entre dos.
El acompañamiento como dispositivo no se reduce a una sola disciplina.
Requiere un contacto regular en individual con el paciente.
El acompañante terapéutico es una barrera ante el discurso de la urgencia e instaura el tiempo de la espera.” (5)
El origen acompañamiento terapéutico esta “atado a una historia institucional que es en sí mismo una marca fundamental que caracteriza la función descrita al establecer un contacto cotidiano con el paciente…esto ayudará en menos tiempo, a una comprensión global del paciente por el equipo –interdisciplinario- y servirá como un indicador de diagnóstico y pronóstico de una valor inestimable”. (6)
Ya en la practica el acompañamiento terapéutico no se limita a un área de conocimiento clínico ya que “es común ver a los estudiantes de medicina, educadores, terapeutas ocupacionales y otros profesionales del área de la salud involucrados en esta práctica.” (7)
Esta práctica como dispositivo ayuda al paciente en su integración social, “se presenta como un recurso de creciente importancia en el tratamiento de diferentes tipos de patologías, pacientes que por su condición necesiten asistencia permanente, pacientes psiquiátricos, geriátricos, adictos y a toda persona que por capacidades diferentes o situaciones de malestar emocional deban contar con asistencia constante”. (8)
Es importante aclarar que el acompañamiento terapéutico no es una relación de amistad ni tampoco debe presentarse como tal, si bien es necesario generar un vínculo, más no una dependencia, ya que el “campo de trabajo del acompañamiento terapéutico se ubica en relación a pacientes con riesgo suicida, adictos, anorexia, bulimia, depresión, psicosis, fobias, ancianos socialmente aislados o pacientes que presentan dificultades en un tratamiento”. (9)
Por lo tanto la función del dispositivo en el tratamiento es “a partir de la construcción de un vínculo y poder dar cuenta la creación de un espacio, un espacio que el paciente mismo haya logrado fundamentar y sostener…ya que el acompañamiento debe estar en consonancia con un dispositivo terapéutico”, (10) en donde el paciente recupere la confianza en sí mismo.
Más allá del sentido coloquial del término acompañar, que es “caminar con el otro” o “estar con el otro”, me parece prudente puntualizar algunos conceptos básicos del Acompañamiento Terapéutico que nos ayuden a comprenderlo en su conjunto e integrarlo posteriormente en el desarrollo del artículo.
“Una de las características de este recurso terapéutico es que en todos los casos propone e incentiva la realización de actividades positivas como la apertura de espacios y contextos de interacción, apropiación del ocio, actividades recreativas y lúdicas, etc.; apuntando en todos los casos a mejorar la calidad y estilo de vida.
Es de destacar la importancia de este recurso para la asistencia de pacientes que atraviesan por crisis de crecimiento o momentos de cambio importantes como: adolescencia, matrimonio, elección de trabajo, casamiento de los hijos, separación, jubilación, viudez, etc.
Hoy en día el pedido o solicitud de acompañamientos terapéuticos por parte de particulares, profesionales, equipos e instituciones es elevado y se cuentan con intervenciones que demuestran su eficacia terapéutica y reflejan su necesidad en la sociedad actual.
-En el Acompañamiento Terapéutico- se destaca el abordaje interdisciplinario de pacientes y la construcción de un lenguaje común. Y en otro termino un concepto de salud que abarca los campos de lo psicológico, lo biológico o físico y lo social, lo comunitario, lo político y los valores socioculturales. (11)
El Acompañamiento Terapéutico depende claro de una persona, es decir, del Acompañante Terapéutico, esta persona que se somete a una capacitación, los acompañantes terapéuticos, necesariamente no cuentan con un título profesional previo, ya sea de un psicólogo, trabajador social o psicopedagogo, ya que el Acompañante Terapéutico no es un psicoanalista, no diagnostica, ni interpreta, ni mucho menos da un alta médica.
Funciones del Acompañante Terapéutico
Contener al paciente: El Acompañante Terapéutico hace las veces de un soporte o continente de la ansiedad, angustia, miedo, desesperanza, alegría, gratitud, etc. del paciente.
Ofrecerse como modelo de identificación: Resulta terapéutico porque el paciente encuentra otras formas de vinculación a las que había estado sometido, porque indirectamente aprende a esperar y a postergar, y porque se le permite adquirir mecanismos de defensa más adaptativos.
Prestar el Yo: Significa impulsar al paciente a planificar y decidir sobre asuntos que él aún es capaz de hacer con el propósito que éste se desarrolle.
Percibir, reforzar y desarrollar la capacidad creativa del paciente: Luego se reforzara el desarrollo de las áreas más organizadas buscando reducir los efectos de los aspectos más perturbados.
Brindar su información para la comprensión global del paciente: El acompañante Terapéutico brindara información fidedigna sobre el comportamiento del paciente fuera del espacio terapéutico.
Representar al Terapeuta: Por lo tanto, en ocasiones el Acompañamiento Terapéutico tendrá que ayudar al paciente a digerir ciertos señalamientos hechos en la sesión terapéutica, intentando reforzarlos.
Servir como agente catalizador de las relaciones familiares: Dada su neutralidad y su capacidad de ver objetivamente las situaciones y relaciones familiares, el Acompañante Terapéutico funcionará como una especie de árbitro cuando hay situaciones familiares conflictivas.
Investigación: El Acompañante Terapéutico tendrá que investigar las potencialidades y elaborar proyectos de vida.
El Acompañamiento Terapéutico trabaja con pacientes que presentan trastornos de alimentación, adicción, depresión, retardo mental, autismo, trastornos de la personalidad, trastornos psicóticos, y otras patologías” (12)
El Rol del Acompañante Terapéutico
El rol es la forma en que el acompañante terapéutico desempeña su función, “en ese sentido al Acompañante le corresponden una serie de acciones y tareas tipificadas, acompañar, apoyar, contener, etc.; por tipos de actores: los acompañantes terapéuticos; y un campo de saber especifico que lo enmarca y fundamenta: el saber entorno al vínculo en lo cotidiano, y por supuesto el marco conceptual desde donde se sostiene su intervención: el psicoanálisis, la psicología sistémica y la psicología social.” (13)
“Desde el punto de vista del rol, se espera que un acompañante terapéutico siempre priorice entre sus objetivos: la construcción de un vínculo positivo y de confianza en el marco de una metodología de lo cotidiano sobre otros objetivo (como higiene, traslados, habilidades de la vida cotidiana, etc.) entendiendo que lo primero es el camino para llegar a lo segundo.” (14)
“Ahora bien, el principal esfuerzo, ‘la ardua tarea teórica’, no está en la definición del rol, sino en el trabajo de dilucidación de las funciones que ocupa el acompañante en la relación a los actores significativos dentro del tratamiento (acompañando, familia, equipo, terapeuta) el rol se asocia a la tarea de proveer ‘una adaptación ambiental’, a modo de una ‘red artificial temporal’, que de soporte y apoyo, y abra posibilidades al crecimiento de la persona y su entorno.” (15)
NOTAS
1. CHAVEZ, Alejandro., Acompañamiento Terapéutico, Asociación Pasos, Madrid, 2010. p.
2. Op.Cit. p.2
3. Op.Cit. p.3
4. Op.Cit. p. 3-4
5. Op.Cit. p. 4-5
6. CASTEJÓN HERMANNIN, Mauricio; La Clínica del acompañante terapéutico. Universidad de Sao Paulo, Brasil, 2014. p. 3.
7. Op. Cit. p.4.
8. ALTOMANO J. Guillermo-AZPILLAGA M. Silvia; Acompañamiento Terapéutico. Centro de Psicología Clínica, Laboral y Forense. Argentina. 2012. p. 1-2.
9. SALICHE F. Sergio; ¿Qué es ser Acompañante Terapéutico? REDBA, Buenos Aires, 2008. p.2.
10. HERNÁNDEZ MARTINEZ, Roberto Carlos; Acompañamiento Terapéutico. LazoYvoz.net; México, 2013. p.3.
11. HERNANDEZ Flavio; Acompañamientos Terapéuticos – Conceptos Básicos-. Actiweb.es; La Plata-Buenos Aires, Argentina, 2012. p.2, 3, 5 y 6.
12. BENAVIDES, Carolina y DUBREUIL, Roxana., Definición del Acompañamiento Terapéutico. APDA, boletín electrónico. n.2, 2003. p.2-4.
13. CHÁVEZ Alejandro; Sobre la Cuestión del Rol del Acompañante Terapéutico. Editorial. Grupo 5, Madrid, 2012. p.2.
14. Op. Cit. p.2.
15. Op. Cit. p.4.
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